Igual es síntoma de un desencanto generalizado. Vemos las revoluciones tan lejos y tan mancilladas que no nos parecen posibles y menos en manos de Una. ¿Cómo voy a ser Yo capaz de nada? Aunque últimamente también se habla mucho del ‘‘artivismo’’, del arte como una herramienta política, de cambio, de conciencia. Pero, ¿nos lo creemos realmente? A mí me cuesta.
A veces veo algunas manifestaciones artísticas que hacen bandera de x lucha social y no sé si me están vendiendo algo, si es autocomplaciencia, onanismo, o si se están sumando a la última lucha en tendencia. Hay gente que realmente se queda tranquila utilizando como lema revolucionario el mismo eslogan que utilizan Zara et al.
El mercado es hiper rápido detectando y adoptando cualquier protesta para reducirla al campo estético y mercantil y tampoco vamos a abandonar las luchas solo porque el sistema vista con sus banderas. Hay mucho por lo que luchar. Pero tía, que tenemos que salir a la calle y tenemos que cambiar nuestros patrones. No sirve con un post. Y no sé si sirve tampoco con una performance, un poema o una ilustración.
‘‘Sabed también
que apenas es visible la protesta
fuera del negocio pequeño de la protesta,
y sin forma de mercancía
qué forma entonces para la protesta’’
-Antonio Orihuela
Retomo. Igual es síntoma de un desencanto generalizado o el desencanto es mío, pero me cuesta valorar el poder transformador del arte. Me imagino las obras de arte como el viento o las nubes, que pasan y a veces te despeinan, a veces te mojan, pero llegas a casa y poco queda de eso. Sé que no es justa esta mirada. Que el arte ha sido clave en todas las revoluciones sociales, para expandir sus mensajes, para inspirar, etc. Esto ya es personal, tengo que reconciliarme con el artivismo (no puedo ni tomarme en serio este término, Jesús).
Esto os lo cuento porque, hace unos días, me pasó algo que ya me pasó hace un año y que me conduce a este debate. Si me seguís en redes lo habréis visto. Hace unos días subí un vídeo de un poema que dice ‘‘Hombre no se nace, se deshace. No se nace hombre, se deja de serlo’’. Esto viene inspirado por la mítica frase de Simone de Beauvoir ‘‘no se nace mujer, se llega a serlo’’. En este poema hablo de la deconstrucción de la figura del Hombre como un ejercicio de justicia social: ‘‘Hombre se deshace por amor al hombre’’.
Sobre los comentarios no voy a decir nada. Leedlos vosotras mismas:
Como os contaba, esto no es la primera vez que me pasa. Esta vez ha sido mucho más suave, no ha tenido tanto alcance, pero el año pasado publiqué un poema hablando sobre la menstruación que llegó a hacerse viral con más de tres mil comentarios de ese estilo.
Estas situaciones, lejos de hacerme sentir mal, me producen cierta emoción. Pensar que un poema puede llegar a incomodar. ¡Que alguien se tome en serio un poema! Me fascina. Porque se sienten amenazados por el discurso. Realmente parece que yo tenga el poder de, con unos versos, cargarme el estatuto del Hombre. Ojalá.
Yo sé que mis poemas no van a hacer una revolución. Que la revolución la hago yo día a día, con mi red, cuiestionándome y cuidándome, dejándome querer y queriendo, dándole la vuelta a las herramientas del amo y construyendo nuestras propias herramientas. El objetivo debe ser ese: hacer nuestro mundo, no intentar vivir lo mejor posible en el mundo de la miseria. Y ahí, intuyo. es donde entra el arte, como esa gran proyección, ese primer sueño que nos revela cómo queremos vivir.
Después de cagarme en el sistema, llega mi momento de spam! Si queréis verme recitar en directo, mis próximas fechas son:
16/9 en el Festival Palabra, de León. A las 12.30h en el Salón de actos del Ayuntamiento de León
18/9 en la Semifinal de Poesía Viva, en Ámbito Cultural de El Corte Inglés Colón
Y podéis leer esta entrevista que le hice a Ana Rujas sobre su libro, La Otra Bestia (Aguilar, 2023), donde hablamos de intimidad y procesos de escritura.
Nos vamos leyendo! Un beso
-Elsa Moreno
Hola, solo quería hablar sobre la literalidad en la narración moderna, lamentablemente los dos bandós predominantes en el pensamiento moderno, se encuentran en una lucha constante para ligitimizar la palabra escrita que avale sus pensamientos, es decir los cristianos con la biblia los liberales con el marxismo, lo literal no es la consecuencia de lo masculino o femenino de la sociedad sino a mi pensar el interés de los bandos para que la narrativa tenga sentido.