Abro el calendario y veo el mes de agosto absolutamente vacío. Me da un poco de vértigo, ya sabéis, la obsesión por sentirse productiva. Y me pregunto, ¿productiva para quién? Porque el descanso puede verse como un ejercicio productivo para el alma, y para los procesos creativos, indispensable. Aunque tampoco debería justificar el descanso. En fin, no vengo a hablar de esto.
Quiero aprovechar agosto para escribir y desarrollar algunos proyectos, con calma, para mí, sin rendir cuentas. Y aunque aún no estemos en agosto, solo de imaginarme el plan ya me emociono, y tal vez me haya adelantado un poco. El otro día empecé con uno de estos proyectos y sobre eso quería hablar en esta carta. Me di cuenta de un procedimiento que sigo, que me ilusiona mucho, que me hace sentir lucecitas en el cerebro y que igual os sirve. La idea es sencilla, se trata de tirar del hilo. No estoy inventando nada, pero os lo comparto.
Inicias un proyecto y tienes un tema principal. Lo más probable es que las primeras manifestaciones de ese tema sean desde lugares comunes, lo que yo llamo la primera capa de significado. Como creadora, a mí me interesa rasgar las capas hasta encontrar otras manifestaciones, otros símbolos que propongan un cambio en la manera de entender ese tema principal. Y para poder profundizar, hay que soltar la cuerda de ese objeto central, dejarse llevar por otros imputs que pueden aparecer en el camino. Y si en algún momento sientes que te pierdes, que te desvías, no te preocupes, el cerebro ya encontrará la manera de hilarlo todo después.
Pongo un ejemplo. Quería hablar del aburrimiento. Pensando sobre el aburrimiento, llegué a la idea de que las profesionales de la cultura estamos explotadas por la industria del entretenimiento ¿Cuándo descansa quien ocupa los descansos? Aún tengo que darle unas vueltas, pero la cosa es que yo visualizaba una jaula en escena. Para buscar referencias puse en Pinterest ‘‘cage in stage’’ y salieron sobre todo imágenes de espectáculos de cabaret, pero eso no es lo que yo tenía en mente. Seguí scrolleando y encontré algo que me llamó la atención. Una discoteca con una jaula flotando en el techo y dentro unas bailarinas.
Seguí el enlace. Se trata del Wishky a Go Go, la primera discoteca que abrió en los Estados Unidos. La historia de este local me pareció fascinante. En esa jaula se colocaban los músicos y una DJ residente, Rhonda Lane, durante sus sesiones, se venía arriba y empezaba a bailar. Se convirtió en la atracción principal de la sala y de ahí surgieron las Go go dancers, bailarinas de jaulas. Claro, yo leo esta historia y se me empiezan a encender todas las luces.
En definitiva, yo creo que lo verdaderamente interesante está por debajo de lo que creemos que queremos contar. Me gusta pensar que las historias están ahí y que nos van dejando pistas. Solo tenemos que tener la vista despierta, la mirada curiosa, el cuerpo disponible. Y aprender a soltar lo que queremos decir. Porque eso va a estar ahí, eso va a aparecer.
Espero que este pequeño tip os haya podido inspirar. Os recuerdo que con la suscripción de pago podéis solicitar un acompañamiento personalizado en vuestros proyectos, donde haremos este tipo de ejercicios y os podré señalar lugares interesantes que tal vez se escapan de la vista.
Espero que disfrutéis de vuestro vacío. Nos seguimos leyendo. Gracias por estar.
- Elsa Moreno