Me siento difusa. Me cuesta proyectarme. El futuro se revela tan ficticio que parece una burla, una burla sobre mi incapacidad para poner el foco. Un foco al que verdaderamente me quiera aferrar, aunque sea con la mano floja.
Un rugido es una llamada visceral pero también es la señal del vacío. Cuando un estómago ruge es porque exige ser saciado o porque avisa de un peligro. Así son estas notas, un reclamo.
El ideal de saciedad no debe llegar al tope.
Nadie sabe lo que sabe un cuerpo.
Tengo que escribir en un papel mis ejer vertebradores porque si no, se me olvida de qué estoy compuesta. Los pensamientos son un caos, es imposible encontrar y anclar nada.
Hay personas-reflejo y me consuela sentir admiración por ellas porque esa admiración me la devuelvo a mí. Pero esa paz dura lo que aguanta mi cabeza fuera del agua. Una vez me sumerjo (soy un ser marino, mis pulmones son falsos) el fondo, que nunca brilla, que sólo absorve, se impone a cualquier fantasía de destello.
Creo que voy oscilando con las notas, una semana desde un espacio lúcido y a la siguiente desde lo turbio. De todas formas, vine a abrirme, sea como fuere el temporal.
He de ser errática.
He dejado que pasen 24h desde que empecé a redactar esta letter (vaya elipsis temporal sin vaselina). Ya no estoy tan obnubilada. El engranaje vuelve a estar en marcha aunque sigo sin haber resuelto mi problema de foco. Sigo. Mencioné el vacío hace unas líneas. Y hace unos días pensaba ‘‘quien tiene un vacío dentro no puede huir de él’’. Pero ayer, leyendo la Etica de Spinoza, va el tío y niega tan cómodamente la existencia del vacío en la Naturaleza. Dice:
‘‘como en la Naturaleza no se da el vacío (se estudia en otro lugar) y todas las partes deben conjuntarse de suerte que no haya vacío, de aquí se sigue también que ellas no se pueden distinguir realmente, esto es, que la sustancia corpórea, en cuanto que4 es sustancia, no puede ser dividida’’ - Escolio f) de la proposición 15 de la Primera Parte.
A esto yo me pregunto, con eso de que el vacío se estudia en otro lugar, ¿qué otro lugar existe que no fuere la Naturaleza?
Y dando vueltas sobre la inexistencia del vacío, jugando a creer en esta afirmación, he deducido que, eso que yo llamo vacío es, en realidad, la consecuencia de una ceguera. No hay un agujero, hay un punto ciego, una mosca o una mota de polvo. Me gusta más esta imagen. Es más conciliadora que la del vacío, igual. Y esto casa con el problema de foco. El fallo está en la visión, en la perspectiva, y no en el estómago o la saciedad. Desproblematizar el estómago. No estoy preparada para eso.
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