Pienso que te llenas de razonamientos contrapuestos, validando sin validar con la valentía que te da ese refugio de la palabra tras palabra, tu fuerza y tu escudo. Pero es una pirueta, es un trampantojo al surco real que te crece, y crece en lo profundo, donde todo inevitablemente fluye sin cesar, y quieres controlarlo para que no se pierda todo en el inmenso mar, donde nadie sabe bien donde irá a parar. No quieres eso. Quieres no estar sola, y saber adónde vas, que te esperen un poco antes de llegar,..sin que nadie se de cuenta apenas, de que…,de que no se trata de mucho más. Valentía también es simplificar, no dejarse engañar. La decisión de amar conlleva renunciar a todas las estrellas, y aceptar ese pequeño brillo estelar que te toca compartir y disfrutar. Saber que si pierdes dolerá,…y aceptar será de nuevo la clave para volver a brillar. Todo lo demás es el circo de un escenario efímero que poco a poco se apagará, de verdad.
Pienso que te llenas de razonamientos contrapuestos, validando sin validar con la valentía que te da ese refugio de la palabra tras palabra, tu fuerza y tu escudo. Pero es una pirueta, es un trampantojo al surco real que te crece, y crece en lo profundo, donde todo inevitablemente fluye sin cesar, y quieres controlarlo para que no se pierda todo en el inmenso mar, donde nadie sabe bien donde irá a parar. No quieres eso. Quieres no estar sola, y saber adónde vas, que te esperen un poco antes de llegar,..sin que nadie se de cuenta apenas, de que…,de que no se trata de mucho más. Valentía también es simplificar, no dejarse engañar. La decisión de amar conlleva renunciar a todas las estrellas, y aceptar ese pequeño brillo estelar que te toca compartir y disfrutar. Saber que si pierdes dolerá,…y aceptar será de nuevo la clave para volver a brillar. Todo lo demás es el circo de un escenario efímero que poco a poco se apagará, de verdad.
Es así, lo describes tal cual es.